Publicada en El País

Encontrar la mejor ensaimada de Palma de Mallorca no es cuestión baladí. Este pastel típicamente mallorquín, que se remonta al siglo XVII, aparece por doquier en cafés y pastelerías a lo largo y ancho de la isla. Con el tiempo se ha convertido en nuestra más dulce embajadora, y acompaña, envuelta en un característico caja de cartón octogonal, a los turistas en su vuelta al hogar.

Las hay de crema, de chocolate, de cabello de ángel o melocotón. También se puede rellenar con otros productos, pero la tradicional es la llisa, sin ningún tipo de relleno. La ensaimada tiene forma de espiral y consta de una masa fermentada elaborada con harina, azúcar, huevos y manteca de cerdo, en catalán saim, de ahí su nombre. Posiblemente las mejores ensaimadas se elaboran en Can Joan de Saigo, una chocolatería ubicada en la calle Can Sanç, 10 ((0034) 971 710 759), en pleno corazón del casco viejo de Palma.

El local, que data de 1700, también ayuda a que la experiencia sensorial sea total. Combina de manera muy acertada la decoración tradicional con elementos art nouveau. En este gabinete de curiosidades encontramos una pequeña fuente coronada por la escultura de bronce de un Adonis, lámparas de araña de cristal mallorquín o enseres de época para la elaboración de los dulces y helados. Se acostumbra a tomar junto a una taza de chocolate o bien, ahora en verano, con un café con leche. Al paladar es extremadamente jugosa. Se sirve templada para la ocasión, coronada con azúcar en polvo que dulcifica el bocado sin empalagar. Mención especial para los helados artesanos. El de almendra y el de leche merengada son exquisitos. Hechos de manera artesanal y con productos de la tierra. Y todo ello a unos precios más que razonables.