A Koh Tao vienes a bucear, bueno, también a muchas otras cosas más, pero básicamente a bucear. Sus playas de arena blanca, la belleza salvaje de la isla y el ambiente mochilero que se respira hace que sea uno de mis destinos playeros favoritos de Tailandia y del Sudeste Asiático. Nada más llegar en el barco Ferry desde Koh Pangan (la isla mundialmente conocida por la Full Moon Party) te llega ese extraño aroma de los lugares magnéticos. Todo parece fácil, todo fluye… No es un lugar masificado, como ocurre con algunas playas del sur, aquí no vienes a quemar las pistas de baile, poseen un clima muy agradable todo el año, hay muchos puestos de comida económica y rica y sobre todo la onda de sus habitantes.

© Miguel Ángel Vicente de Vera

Fuimos a hacer buceo y elegimos Koh Tao Diving Academy, un poco por casualidad, y nos conquistaron el corazón desde el primer instante. La gestiona Manu, un madrileño de 32 años curtido en mil batallas, formador de profesores de buceo, muy hablador, divertido y con una energía positiva muy contagiosa. En sus talones lleva tatuado: “que me quiten lo bailado”, así que os podéis hacer una idea. Le acompañan en su aventura Juanca, un biólogo colombiano, Sasha, de Alemania y Mauri, de Uruguay. Todos van súper tatuados, hay piercings y melenas al viento, pero no hay que dejarse llevar por las apariencias, son una  gente super educada, alegre y lo más importante, muy profesional. Pocas veces tendrás la ocasión de hacer buceo con un biólogo para ti solo! Nuestra experiencia con ellos fue  muy positiva, más allá del negocio te ofrecen su amistad, te ayudan en todo lo que pueden y te hacen sentir como uno más. De casualidad Mauri organizó una parrillada y no dudaron en invitarnos. Lo pasamos en grande!

Ah, bueno, a lo que íbamos. El fondo marino de Koh Tao es un regalo para los sentidos. Muchísimo coral, peces angel, nemos, tortugas marinas, peces globo, peces trompeta, tiburones, y con un poquito de suerte el mítico tiburón ballena. No pudimos verlo, pero seguro que para la próxima ocasión. Además de buceo (o snorkeling) en la isla puedes disfrutar de playas a la altura de aquella que popularizó Leonardo di Caprio, alquilarte una moto para visitar alguna playa más alejada o simplemente disfrutar de la calma y el tempo pausado de la isla. Y si quieres un poco de fiesta en el puerto podrás enfiestarte un poco. Vamos, que lo tiene todo.

© Miguel Ángel Vicente de Vera

Os dejamos un video de nuestro buceo con Koh Tao Diving Academy!